Cuando Jesús estuvo en la tierra, atrajo a muchas personas hacia sí mismo. En una ocasión, se sentó entre ellas y les enseñó algunas verdades fundamentales sobre cómo quería que crecieran. El relato Bíblico de Su «Sermón del Monte» se halla en Mateo, capítulos 5, 6 y 7. Si se nos pidiera que sugiriéramos un tema general para este gran sermón, tal tema sería: «Sed diferentes!» Vez tras vez, declara cómo eran las cosas entre los tipos religiosos de su día, y luego instruye a sus oyentes para que sean diferentes. Por ejemplo:
- Mateo 5:21,22: «Oísteis…Pero yo os digo…».
- Mateo 5:27, 28: «Oísteis que fue dicho… Pero yo os digo…»
- Mateo 5:33, 34: «Además habéis oído… Pero yo os digo…».
- Mateo 5:38, 39: «Oísteis… Pero yo os digo…».
- Mateo 5:43, 44: «Oísteis que fue dicho…Pero yo os digo…».
En Mateo 6, Jesús explica , además, cómo deben ser diferentes al dar a los necesitados (6:2), al orar (6:5) y al ayunar (6:16).
El versículo clave de todo el sermón es el siguiente: «No os hagáis, pues, semejantes a ellos…» (6:8). Como usted ve, Jesús vio todo el orgullo y la hipocresía de los demás, y estaba determinado a instilar en sus discípulos rasgos característicos de humildad y autenticidad. Su enseñanza única traspasó la fachada de religión como un filoso cuchillo penetra en mantequilla caliente. Hasta el día de hoy permanece como el más amplio esbozo en todo el Nuevo Testamento de la cultura cristiana que ofrece un estilo de vida totalmente distinto del sistema del mundo.
En la introducción del sermón de Jesús, indudablemente la parte más conocida se halla en Mateo 5:1-12. Comúnmente se le da el nombre de «LAS BIENAVENTURANZAS» Este pasaje es el cuadro oral más expresivo de un siervo que jamás se haya presentado.
Charles R. Swindoll